"HISTORIA DE DOS CIUDADES" la novela ilustrada

N O V E L A S  (Clásicas)

Charles Dickens

“HISTORIA DE DOS CIUDADES”

RESUMEN ILUSTRADO

LIBRO PRIMERO:

Volviendo a nacer  — (Noviembre de 1775) —

La novela está situada en los comienzos de la Revolución francesa y sus primeras líneas constituyen uno de los más famosos principios de la literatura:

“Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos, era el siglo de la locura, era el siglo de la razón, era la edad de la fe, era la edad de la incredulidad, era la época de la luz, era la época de las tinieblas, era la primavera de la esperanza, era el invierno de la desesperación, lo teníamos todo, no teníamos nada, íbamos directos al Cielo, íbamos de cabeza al Infierno; era, en una palabra, un siglo tan diferente del nuestro que, en opinión de autoridades muy respetables, solo se puede hablar de él en superlativo, para bien como para mal.”

En 1775, un hombre hace una señal en el coche de correo nocturno en su ruta de Londres a Dover. El hombre es Jerry  Cruncher, un empleado de Tellson's Bank en Londres; lleva un mensaje para Jarvis Lorry, un pasajero y uno de los gerentes del banco. Lorry envía a Jerry de regreso para entregar una respuesta críptica al banco: "Volviendo a nacer". El mensaje se refiere a Alexandre Manette, un médico francés que fue liberado de la Bastilla después de 18 años de prisión. 

Una vez que Lorry llega a Dover, conoce a la hija del Dr. Manette, Lucie, y a su institutriz, la señorita Pross.

Lucie ha creído que su padre estaba muerto y se desmaya con la noticia de que está vivo; Lorry la lleva a Francia para reunirse con su padre.

En el barrio parisino del Faubourg Saint-Antoine, el Dr. Manette ha sido alojado por su antiguo criado Ernest Defarge y su esposa Therese, propietarios de una tienda de vinos. Lorry y Lucie lo encuentran en una pequeña buhardilla, donde pasa gran parte de su tiempo fabricando zapatos . Una habilidad que aprendió en prisión, que usa para distraerse de sus pensamientos y que se le ha convertido en una obsesión 

Al principio no reconoce a Lucie, pero finalmente ve el parecido con su madre a través de sus ojos azules y su largo cabello dorado, un mechón que encontró en su manga cuando fue encarcelado. Lorry y Lucie lo llevan de regreso a Inglaterra.


LIBRO SEGUNDO:

El hilo de oro  — (Cinco años después) —

En 1780, el emigrado francés Charles Darnay es juzgado por traición a la Corona británica. Los testigos clave en su contra son dos espías británicos, John Barsad y Roger Cly, quienes afirman que Darnay dio información sobre las tropas británicas en América, a los franceses. Al ser interrogado por el Sr. Stryver, el abogado que defiende a Darnay, Barsad afirma que reconocería a Darnay en cualquier lugar. Stryver señala a su colega, Sydney Carton, que tiene un gran parecido con Darnay, y Barsad, admite que los dos hombres se ven casi idénticos.

Con el testimonio de testigos presenciales de Barsad, ahora desacreditado, Darnay es absuelto.

En París, el odiado y abusivo marqués St. Evrémonde, ordena al chofer conducir su carruaje imprudentemente por las calles 

abarrotadas, golpeando y matando al hijo de Gaspard en Saint Antoine 

El marqués lanza una moneda a Gaspard para compensarlo por su pérdida. Defarge, habiendo observado el incidente, se acerca a consolar al padre angustiado, diciendo que el niño estaría peor vivo. Esta sabiduría agrada al marqués, que también lanza una moneda a Defarge. Cuando el marqués se marcha, le arroja la moneda a su carruaje.

Al llegar a su castillo rural, el marqués se encuentra con su sobrino y heredero, Darnay. Por disgusto con su familia aristocrática, el sobrino se despojó de su verdadero apellido (St. Evrémonde) y cambió el apellido de soltera de su madre, D'Aulnais, a Darnay. 

Stryver considera proponerle matrimonio a Lucie, y acude a visitar a Lorry para pedirle consejo. Pero Lorry lo disuadió de la idea. 

El día de la boda con Lucía, Charles Darnay le confiesa al padre de su futura esposa, que su verdadero apellido es Saint Evremont y que es el último descendiente de aquella familia aristocrática y asesina, pero que reniega de serlo.

A medida que pasa el tiempo en Inglaterra, Lucie y Charles comienzan a formar una familia, un hijo (que muere en la infancia) y una hija, la pequeña Lucie. Lorry encuentra un segundo hogar y una especie de familia con los Darnays. Stryver se casa con una viuda rica con tres hijos y se vuelve aún más insoportable a medida que sus ambiciones comienzan a realizarse.

Carton, a pesar de que rara vez lo visita, es aceptado como un amigo cercano de la familia y se convierte en el favorito especial de la pequeña Lucie.

El siguiente pasaje registra los principios de superioridad aristocrática del marqués:

"La represión es la única filosofía duradera. La oscura deferencia del miedo y la esclavitud, amigo mío", observó el marqués, "mantendrá a los perros obedientes al látigo, siempre "

Esa noche, Gaspard, que siguió al marqués hasta su castillo subido a la parte inferior del carruaje, lo apuñala y lo mata mientras dormía. Gaspard deja una nota en el cuchillo que dice: "Llévalo rápido a su tumba. Esto, de JACQUES". 

Después de casi un año huido, lo atrapan y lo ahorcan sobre el pozo del pueblo.

En Londres, Darnay le pide permiso al Dr. Manette para casarse con Lucie.

Pero Carton también le confiesa su amor a Lucie. Aun sabiendo que ella no le ama, así se lo manifiesta Lucie. A pesar del rechazo, Carton promete "abrazar cualquier sacrificio por ti y por tus seres queridos".

En julio de 1789, los Defarge ayudan en el asalto a la Bastilla, símbolo de la tiranía real. Defarge entra en la antigua celda del Dr. Manette, "Ciento cinco, Torre Norte", y la registra a fondo. 

En todo el país, los funcionarios locales y otros representantes de la aristocracia son sacados de sus casas para ser asesinados, y el castillo de St. Evrémonde se quema hasta los cimientos.

LIBRO TERCERO: 

El rastro de una tormenta — (Otoño de 1792)

Dos años después, Charles Darnay debe ir a París para salvar a uno de sus servidores que ha sido injustamente acusado.

 Pero al llegar a París es tomado prisionero, sin derechos, debido a una ley que condena a todos los emigrados a la pena de muerte si regresan a Francia, y conducido a la prisión por el tabernero Defarge, quien es ahora uno de los líderes. Charles es juzgado, junto con miles de personas inocentes que son decapitadas diariamente en Francia, pero gracias a su suegro el doctor Manette (considerado héroe civil por haber sido preso en la Bastilla), es liberado.

Sin embargo, horas más tarde, Darnay es nuevamente capturado y encarcelado, sin que el doctor Manette pueda hacer nada para ayudarlo.

Defarge ha denunciado a Darnay y en el juicio, revela el rollo de papeles que encontró en la prisión de la Bastilla, en el que el doctor Manette revelaba haber sido llamado por los Saint Evremont para curar a una niña, a cuya familia habían asesinado. Cuando el doctor Manette se lo contó a las autoridades, los Saint Evremont lo secuestraron, encerrándolo en la prisión 

por 15 largos años. 

Desde ese día, el doctor Manette juró acabar hasta con el último de los culpables de su desgracia: los Saint Evremont, y lo  dejó escrito en aquella carta. Denunciado por el padre de su esposa, Darnay es encarcelado, para morir en la guillotina dentro de 24 horas.

Lucía se desmaya después de hablar con su esposo y es ayudada por el abogado Carton, quien ha presenciado todo y ahora le recuerda la promesa que le hizo: la promesa de dar su vida en cualquier momento, por ella, o por alguien a quien ella amara.

Hecho esto, Carton se dirige disfrazado a la taberna de Defarge, donde escucha una reveladora conversación entre Defarge y su esposa. 

Entonces se descubre que ella era aquella niña sobreviviente de la masacre y que su odio profundo hacia los Saint Evremont la llevaba a vengarse hasta del último de sus descendientes.

Después de oír esto, el abogado Carton ve entrar a uno de los que acusó a Charles Darnay, y lo chantajea diciéndole que, si le deja entrar a la prisión donde está Darnay, él no lo acusará con las autoridades por ser un doble espía entre las dos ciudades (París y Londres).

El espía acepta, y luego Carton vuelve con Lorry y el doctor Manette, que no pueden hacer nada para ayudar a Charles.

Carton le dice al señor Lorry que siga sus instrucciones sin preguntar nada, y le da un salvoconducto que permite al doctor salir de París con su hija y nieta. Luego le da otro salvoconducto que está a nombre de Sidney Carton y le pide que él y los demás lo esperen al día siguiente a las 2 de la tarde para irse juntos de París antes de las ejecuciones.

Al salir, el abogado Carton echa una última mirada a la ventana del cuarto de Lucía y, al día siguiente, se dirige al lugar donde está encerrado Charles. Al entrar, cambia sus ropas con las de Charles, luego lo deja inconsciente y le dice al espía que le diga a los guardias que el abogado Carton se ha desmayado al ver al prisionero, y que se lo lleven adonde lo esperan el señor Lorry, el doctor Manette y su hija.

Las horas transcurren lentas y fúnebres, hasta que Carton oye que todos los calabozos se abren y es llevado a la sala donde están todos los condenados a muerte, desde el rico propietario de 50 años a quien sus riquezas no lo pueden salvar, hasta la costurerita de 16 años, a quien su oscuridad y pobreza no pueden evitarle la muerte. Carton hace amistad con ella y la niña queda admirada ante la valentía de ese hombre, que va a entregar la vida para darle una mejor a las personas a quienes quiere.

Mientras el señor Lorry, el doctor Manette y su nieta abandonan París, Lucía descubre que el hombre que está desmayado en la parte trasera del carruaje no es Sidney Carton, sino su esposo, Charles Darnay. Al comprender todo, "rompe a llorar de desesperación y de esperanza, de terror y de gratitud".

 Campesinos, elegantes señoras y todo tipo de público, se divierten presenciando las 52 ejecuciones de esa tarde, todos maldiciendo al supuesto Charles Darnay, que sostiene la mano de la costurerita todo el tiempo, incluso al acercarse a la guillotina, que comienza a funcionar. El momento se acerca más y más, Carton y la costurerita se besan en la boca (deseando reunirse en el más allá) y luego la pequeña emprende el viaje eterno, seguida de Sidney Carton, quien en sus últimos momentos, ve el futuro de las personas por las que ha dado su vida.

FIN.

Todas las ilustraciones son de Phiz (Hablot K. Browne), excepto la última que es de John McLenan.  

Un reportaje de “Matusalem”, en exclusiva para Queseenteren.

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